Jueves Santo, 28 de marzo de 2002

Decidimos pasar la Semana Santa en Cazorla. Algunos salimos ya el miércoles, y el jueves a primera hora ya estamos pateando esos caminos, no mucho, para no desgastarlos demasiado. Llevamos reservado el hospedaje en La Iruela, entre el hotel la Finca y unas habitaciones anexas, comiendo muchos días en el hotel La Finca Mercedes que está al lado (si vas, no te olvides de probar sus excelentes patés caseros).

La primera ruta, emprendida solo por los primeros en llegar, es la ruta circular de la cascada de Linarejos. Discurre por un camino que desciende paulatinamente hasta meterse bajo el farallón que aparece en la siguiente imagen.

La primera ruta
La primera ruta

Desde aquí, se observa más abajo el río y, al otro lado de su curso, la cascada de Linarejos, que nace de una cueva en la pared y va a dar, tras deslizarse por una pared de piedra, a una pequeña laguna, antes de precipitarse hasta las aguas del río, aguas recién salidas de una pequeña represa maderera donde las plantas crecen incluso bajo la superficie verdosa del agua. Allí, el camino empieza a ascender bruscamente, escalones y cuestas, hasta unos metros del punto donde se inició la ruta.

Por la tarde, ya todos reunidos, nos desplazamos hasta los olivares de la Sierra de Las Villas , tomando la carretera desde El Tranco y hacemos un recorrido donde casi lo más interesante es el camino de acceso (no me he atrevido a llamarlo carretera, aunque en su día dicen que estuvo asfaltada). De todas formas, el paisaje es bonito, aunque se componga mayoritariamente de olivares. Guardamos fuerzas para la excursión al Borosa del día siguiente.

El río Borosa
El río Borosa

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