De Skaftafell a Höfn, viernes 31 de agosto.

En el desayuno, no encontramos el excelente arenque de la cena del día anterior. Partimos hacia la laguna glacial. Por el camino, paramos para ver más de cerca una lengua de glaciar. Cerca de ella, hay parada una autocaravana, ya que algunos turistas optan por este sistema. Otros, más aguerridos, van directamente en bicicleta con la tienda al hombro, como alguno que nos cruzamos en el aeropuerto y que no sabemos si sobrevivió a la experiencia. Por el camino, vemos págalos de gran tamaño.

La laguna glacial (Jokulsarlon)

Al llegar a las cercanías de la laguna glacial (Jokulsarlon), paramos en la ribera antes del puente y nos hacemos unas fotos. Es impresionante la laguna ya desde aquí, con sus numerosos icebergs, algunos de un color azulado brillante. Para llegar al agua, hay una ladera escarpada de gravilla. También encontramos un camión todoterreno equipado como caravana y con todos los útiles para salir de las situaciones más comprometidas.

Al otro lado del puente, está la entrada a la laguna. Allí esperamos a que llegue el bote anfibio que da una vuelta por la laguna. Al cabo del rato, aparece emergiendo de las aguas y rodando por una pista hasta el lugar de embarque, al pie de un montículo desde el que se embarca a través de un pequeño muelle de madera.

Anfibio para el recorrido por la laguna

A bordo, nos dan toda serie de datos sobre la laguna: el hielo tiene "sólo" 1500 años y hace sólo 70, la laguna no existía. Ahora, con la retrocesión de la lengua unos 100 m. anuales, ya tiene 20 km2 y una longitud máxima de 5km. El mar avanza, debido a la retirada por la marea y las corrientes de la ceniza y gravilla que forman la costa, unos 10 metros al año. De hecho, el río que une la laguna con el mar se ha reducido de 800 a 500m. La laguna tiene 200m. de profundidad, 300 m. en el punto más hondo, recientemente descubierto, y que es el más profundo de la isla.

Iceberg

El agua es 50% salada y está a unos 3º, oscilando de los -4 a los 5 o 6 entre invierno y verano. Las gaviotas nadan en sus aguas, pobladas de arenque, trucha y algo de salmón.

Los icebergs permanecen una media de 4 o 5 años, hasta que entran en el río y son llevados al mar o desgastados por la corriente. Con la erosión, los icebergs van puliéndose bajo el agua y van perdiendo peso, hasta que se desequilibran y se voltean. Entonces, sale a la superficie la parte de hielo pulido, de un color azul brillante. Este color dura unos 4 o 5 días hasta que la superficie empieza a fundirse.

Vista del glaciar desde la laguna

Nos dicen que también hay algunas focas, aunque son difíciles de ver debido a su timidez, y que el lugar donde más fácil es verlas es en el río, en las proximidades del puente.

El recorrido nos aproxima a la lengua del glaciar, aunque no se acerca ni a ella ni a ningún iceberg, ya que puede ser peligroso en caso de que se voltee o se desprenda un gran trozo.

Puente sobre el r�o

Tras volver del paseo, donde nos llovió y pasamos bastante frío, nos dirigimos al río a ver si teníamos suerte. De momento pudimos ver una gran bandada de charranes árticos. La marea se estaba retirando y quedaban en las orillas numerosos bloques de hielo provenientes de la laguna.

Finalmente, alcanzamos a ver una cabeza de foca en la distancia y, más tarde, vamos viendo una pareja aquí y otra allá, aunque, en cuanto oían un ruido o alguien se aproximaba, se sumergían y desaparecían sin dejar rastro.

Seguimos camino hacia Höfn, De camino, dejamos el equipaje en la granja:

Hotel Árnanes
Nesjar (Höfn)
Tel. 478 15 50

donde nos hospedaríamos, en una especie de bungalow. Después, nos dirigimos en coche a Höfn (puerto en islandés) y lo inspeccionamos buscando un sitio donde cenar. Decidimos seguir camino unos kilómetros para ver algún fiordo, que empiezan más al norte.

La carretera deja de estar asfaltada a tramos. Desde lo alto de un promontorio al que se sube por una pendiente muy pronunciada, se observan los dos primeros fiordos, uno a cada lado. En el segundo, la vista es preciosa, al reflejarse en sus aguas, a la caída de la tarde, las montañas y el cielo.

H�fn

De vuelta a Höfn, vemos varios cisnes cantores, en su hábitat natural. La cantidad de aves es importante: otros días vimos cuervos, escribanos nivales o gaviotas reidoras.

Cenamos crema de espárragos y arenque frito en el Vikin restaurant.


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