Miércoles, 28 de agosto

Al día siguiente seguimos camino al Norte rodeando San Francisco.

Visitamos Napa y Sonoma, con sus viñedos de oro, con más flores que vides y éstas alineadas milimétricamente.
 
Muir Woods
Muir Woods

Tras tomarnos un helado en Sonoma y dar un paseo, seguimos al oeste hasta la 1 y descendemos por ella hacia San Francisco. El camino es agradable a la vista, pero se hace cansado por los continuos límites de velocidad. El coche que llevamos, de Dollar, es malo con avaricia y conducirlo es cansado.

Al llegar a los Muir Woods hacemos una parada y visitamos las grandes sequoyas. 
Aunque no son como los gigantes del Sequoia National Park, no dejan de ser impresionantes.

En muchas se aprecia señales de incendios, que han asolado el bosque pero no llegan a dañar a estos grandes y milenarios seres.

Entramos en San Francisco por el Golden Gate. Se nos ha hecho tarde para visitar Sausalito.

Aprovechamos para regresar por Lombard y descender por las sinuosas curvas de su tramo más empinado.

Cenamos en el barrio italiano, en el restaurante de los ajos: Stinking Rose. El ambiente realmente apesta a ajo, aunque la comida que tomamos es bastante normal (quizá para el paladar español).

Al día siguiente volamos de regreso vía Nueva York, con breve escala en el aeropuerto JFK.

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