El domingo, repetimos la primera ruta, que no todos habían hecho.
Como es una ruta corta, mis cansados pies lo agradecen.
Esta vez, por la mañana, vemos gran cantidad de aves y disfrutamos
la ruta con la nueva luz matinal.
Volviendo de Valdeazores
Tras las compras obligadas de aceite, emprendemos el regreso. La comida ha sido agradable, la compañía más, y nos quedamos con ganas de más.
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