Se parte del puerto de La Morcuera, donde podremos dejar nuestro vehí­culo en el aparcamiento en el lado de Miraflores . No hay que confundir el camino que tomaremos con el que sale horizontal a media ladera desde el aparcamiento, sino que debemos remontar hasta el propio puerto y allí encontramos otra barrera que da paso a un camino . Sin embargo, en vez de tomarlo, remontaremos por la cuerda, dejando la alambrada a la izquierda directos a la cumbre de La Najarra, hasta encontrar un sendero que nos conducirá a la misma.

En el ascenso, siguiendo dicho sendero y ayudado por los hitos, encontraremos primero un gran roquedal y luego vemos marcas verdes y blancas que indican el SL (sendero local), que seguiremos, incluso al atravesar la alambrada que dejaremos a la derecha hasta después de llegar a la cima de La Najarra donde de nuevo atravesaremos la alambrada hacia el lado de Rascafrí­a . Siguiendo la cuerda por un camino, pronto aparecen señales amarillas y blancas del PR11 y rojas y blancas del GR10 que nos conducirán por la Cuerda Larga.

Antes de llegar al Collado de la Najarra volvemos a atravesar la alambrada aunque pronto pasaremos junto al Refugio y volveremos al lado de Rascafrí­a. Cuidaremos de no perder la cuerda que aquí se desví­a algo a la derecha, hasta que, tras bajar por una zona muy rocosa, llegaremos al Collado de La Najarra , desde donde continuaremos por el camino del GR10, ayudado en tramos por los hitos que nos guí­an entra tanta piedra hasta lo alto de Bailanderos, coronado por algunos hitos pero sorprendentemente sin vértices geodésicos a la vista.

Seguiremos por el mismo camino en el accidentando descenso hasta el Collado de Pedro de Los Lobos donde nos daremos la vuelta para encarar el ascenso a Bailanderos por la cara oeste.

Es quizá más sencillo seguir el camino de vuelta, evitando los tramos peores sobre las rocas, que pueden estar resbaladizas con la lluvia. Desandaremos todo el camino hasta el Collado de la Najarra desde donde tomaremos un sendero que desciende a la izquierda por la ladera sin demasiada pendiente para conducirnos hasta el Puerto.