El viaje

Volamos a Filipinas vía Kuala Lumpur con Malaysian Airlines, con escala en punto europeo.

Tras una escala técnica en Kota Kinabalu, llegamos a Cebú, una isla situada en el centro sur del archipiélago filipino, en una zona conocida como las Visayas.

Cebú es una isla alargada, con la capital en la mitad de la isla, en el lado oriental. Cuenta con aeropuerto internacional. Más al sur y cruzando la isla, se encuentra la localidad de Moalboal.

Cruzamos la isla recorriendo una serie de carreteras muy concurridas y que no dejan de cruzar zonas pobladas en casi todo el recorrido. El tráfico es ordenado dentro del caos. Los adelantamientos se realizan en cualquier punto que lo permita, haya tráfico de frente o no. Para adelantar, se avisan con el claxon, así como para prevenir a transeuntes, motoristas, etc. y se convierte en un pitido constante al que te acabas acostumbrando. En el transcurso de unos pocos kilómetros, a una media de 30 o 40 km/h. estuvimos a punto de atropellar a un perro y a una familia, pero el conductor ni se inmutó.

Hay muchos vehículos pintados por el dueño y complementados con faros plateados, hasta parecer discotecas ambulantes. Los trasportes están abarrotados de gente, apiñada en pintorescos carricoches.

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