El día de descanso decidimos ir a Dahab, que nos venden como un bonito pueblo beduino. Más bien es un bazar para turistas, aunque tiene atractivos, como un buen snorkel.
Dahab
Comemos en un chiringuito de la playa y tomamos un té con bollería del lugar.
Ya echándosenos la hora encima, nos precipitamos a comprar: mala política en el país del regateo. Salomé tiene el inconveniente añadido de que muchos comerciantes se niegan a tratar con ella habiendo un hombre presente, y se dirigen constantemente a él para pedir el consentimiento.
La playa
El regreso es en el vuelo MS-753 de Sharm-el-Sheikh al Cairo y luego a Madrid. Esta vez el traslado entre terminales lo hacemos en autobús, preguntándonos si no nos precipitamos a la venida y también lo había.
Puedes ver las fotos de fauna que tomé en mi
página fotosub del viaje
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